Hoy en día la tecnología es muy importante, y queda demostrado por el interés que despierta en los millones de admiradores de la tecnología que esperan impacientes a las novedades.
Definitivamente, la tecnología y el empleo no son mutuamente excluyentes, al contrario, siempre han estado alineados y en una permanente transformación.
En la actualidad los avances tecnológicos, más que criticarlos por eliminar empleos, debemos valorarlos porque crean mucho más empleo. Tal vez de diferente naturaleza. No podemos negar que hay puestos de trabajo que se transforman y otros que surgen totalmente novedosos.
Por lo tanto, como personas y como organizaciones, tenemos que tomar las medidas adecuadas para que a pesar de que existan empleos, no falten personas preparadas para estos nuevos puestos, esto ocurre en la actualidad y la humanidad ha sido testigo de ello a lo largo de las tres revoluciones industriales.
Si tu teléfono cuenta con funciones que nos hacen la vida más fácil, definitivamente aún está lejos de reemplazarnos, son computadoras pero a un tamaño más accesible y diseñado para que lo llevemos con nosotros en todo momento. Sin duda, estos avances están eliminando las tareas rutinarias y predictivas en los trabajos y en nuestra rutina diaria, dejando sin empleo a quienes hoy realizan actividades de naturaleza fundamentalmente administrativa y operativa, que son rutinarias, lo que las hace viables de ser automatizadas y robotizadas.
Mientras más rutinario o predictivo sea un trabajo, es más alta la probabilidad de ser automatizado. Ayudándonos al final a nosotros como humanos pero sin ser reemplazados por las computadoras.